22 marzo 2011

Selene


"E andare su, su, su nel cielo;
giù, giù, giù nel mare;
su, su, su nel sole;
giù, giù, giù fino in fondo al cuore"

Hay días en los que a ciertas horas es posible ver el sol y la luna, pero normalmente durante el día se ve el sol -o las nubes que lo cubren- y por la noche la luna -si tienes suerte- y las estrellas.

Este fin de semana hubo luna llena y además coincidió con el perigeo, la distancia más corta entre la luna y la tierra, así que la luna parecía más grande, daba la sensación de que brillaba más y unido al cielo despejado pudimos disfrutarla en su máximo esplendor.

Aprovechando que hacía luna llena y que llega la primavera procedí a sembrar unas semillas de albahaca que quizás para el común de los mortales no signifique nada pero para mi esta planta procedente de oriente me trae gratos recuerdos que quizás un día os cuente al igual que la luna llena en esos momentos que adquiere un color amarillo anaranjado.

Simplemente tengo el día tonto y como hace mucho que no escribía nada me ha parecido bueno escribir algo agradable en vez de hablar de ideas preconcebidas, de ilusiones frustradas, de sentimientos contradictorios y aburrir al personal con argumentos que nadie vaya a comprender. Preferí utilizar una historia sin mucho sentido para recordar que no se puede tener todo lo que se quisiera.

Un saludo a todas las barcas que se aproximaron a la mía y permanecieron en este bosque fuera de lugar.