27 febrero 2015

Ni azul ni rosa. Ni rosa ni azul

Hoy tenemos el día cargadito de autoconocimiento y autoaceptación y vengo enarbolando el paraguas de la bisexualidad abierto para cobijarme de la lluvia bajo él.



Es más, no sólo a cobijarme bajo el paraguas sino también a recordar que una orientación monosexual no asegura una conducta monógama del mismo modo que una orientación no monosexual no asegura una conducta no monógama (polígama).

Sin nada más que añadir: Sonreíd, sed felices y soñad bonito.

26 febrero 2015

Peras y manzanas

Hoy toca hablar de peras y manzanas. A los que pensáis que voy a hablar de peras y manzanas...


... ¡Sí! Voy a hablar de peras y manzanas.

Siento desilusionaros, pero el tema de hoy es peras y manzanas literalmente porque recientemente he descubierto lo que me gusta comer peras, pero yo antes era más de devorar manzanas. 

Hasta no hace mucho tiempo solía comer una manzana después de comer o cenar, simplemente lavándole la piel pero sin quitársela o a lo sumo cortándola en cuatro partes y quitando el corazón para no tener que estar mordisqueándola como si fuese una ardilla.

Pues bien, me he dado cuenta que comiendo las peras cuando todavía están duritas y algo verdes tienen un sabor muy rico, que las peras blandas y llenas de agua no me gustan nada nada, luego te chorrea la mano y ponen todo pegajoso. Así es como ha empezado mi gusto por comer peras y no sólo manzanas

22 febrero 2015

NEGRO

Hoy me he dado cuenta que llevo unos días en los que la apatía, el cansancio y su prima hermana la vagancia se han apoderado de mi cuerpo, de mi espíritu y de mi alma. He llegado al punto de irme a la cama antes de que el reloj del salón dé sus doce campanadas que marcan la medianoche. 

Últimamente he desterrado los colores de mi vestuario y sólo tengo ganas de ponerme camisetas negras y aburridas o grises y aburridas hasta el punto de maquillar los ojos con kohl negro. Es como si el negro al absorber el calor y la luz del sol, también absorbiese la tristeza, la inseguridad y el resto de sentimientos que no me dejan ser yo.


Ayer ya fue la gota que colmó el vaso, en toda la tarde no fui capaz de abrir un libro de la vagancia que me invadía, así que hoy me dispuse a imprimir un poco de orden en mi mesa y en mi vida. 

Al menos de un tiempo a esta parte he vuelto a recordar partes de sueños, como el cabello negro y rizado del rumano que se quedó atrapado entre la puerta, los trancos y el marco del sueño más lúcido que recuerdo de los últimos tiempos.