01 abril 2013

Vértigo

Tú eras el huracán y yo la alta
torre que desafía su poder:
tenías que estrellarte o que abatirme...
¡No pudo ser!
[...]
G. A. Bécquer
http://www.oyemexico.com/wp-content/uploads/2013/03/oyemexico_columpio_1-380x285.jpg

El otro día soñe que estaba rodeado de niños que hablaban italiano, que hablaba con profesores que hablaban italiano y que los niños italoparlantes me invitaban a subir a un columpio con tobogán.

No era un columpio al uso, era de alto como un edificio de tres pisos, pintado de rojo y negro, rodeado por los muros de un edificio antiguo y muchísima vegetación, mucha humedad que impregnaba el ambiente.

El caso es que la invitación a subir al columpio la acepté y acabé en la cúspide, con unos huecos tan pequeños que casi no cabía por ellos y la sensación de que podría caer al vacío desde lo más alto.

Finalmente conseguí encontrar la manera de entrar por el hueco y bajar por el tobogán, quizás debería haberme dejado caer al vacío, al fin y al cabo era un sueño, pero parece ser que el espíritu suicida no me acompaña ni siquiera en los sueños.

1 comentario:

Clara dijo...

Un sueño un tanto extraño e imagino que agobiante.
Está bien que optaras por buscar un hueco por el que entrar.
Y, desde luego, me alegra que rechazaras la idea de lanzarte al vacío. Los sueños, sueños son, pero a vecdes son tan reales....