14 octubre 2014

Dos papás, dos mamás.


Últimamente me he percatado de la cantidad de padres que van con carrito de dos en dos, me refiero precisamente a padres y no madres, la cosa curiosa es que unos metros por detrás suelo ver a dos mujeres juntas.

La conclusión a la que he llegado es que se trata de dos parejas heterosexuales con sendas criaturas de modo que los padres van por delante en avanzadilla (supongo que hablando de fútbol y pañales) y las madres en la retaguardia (supongo que también van hablando pero ellas de zapatos, bolsos y pañales).

La verdad es que este último año se me ha ablandado un poquito el corazón y cuando veo niños me hacen algo más de gracia que hace unos años, aunque espero que no se me esté despertando en instinto paterno.

¿Cuándo seremos padres? Ah ya, que esa pregunta no procede.

17 septiembre 2014

Pánico en la boca de metro


La historia comienza en una boca de metro de la que se sale a nivel del suelo, sin necesidad de subir o bajar escaleras. Una mujer mayor con el mismo nombre que una de las madres de los niños a los que doy clase corre junto a mí. A nuestras espaldas un perturbado con un cuchillo nos amenaza.

Después de salir a la calle junto con la señora de edad avanzada, nos acercamos al borde de la colina y conseguimos zafarnos del personaje que acaba rodando ladera abajo. Fin del sueño

11 septiembre 2014

Miniguía para olvidar un amor

Vamos con otra entrada basada y podría decirse que plagiada del consultorio de Morninglory. Aquí la lista de cosas a hacer para olvidar un amor.

- Aprende a dejar marchar.
- No caigas en la trampa de las preguntas obsesivas y recurrentes.
- Olvídate de las ideas absurdas de la media naranja.
- Decide firmemente que vas a olvidar a esa persona.
- No rechaces los pensamientos, mejor déjalos como nubes de verano.
- Haz una lista de personas atractivas en tu entorno.
- Suprime todo lo que te recuerde a esa persona.
- Enumera cinco cosas que no te gustaban de esa persona.
- Date un tiempo para olvidar.

Yo voy a empezar ahora mismo con la lista de personas atractivas y aunque no sea de mi entorno, el número uno se lo lleva...


10 septiembre 2014

Caracolas

Normalmente no recuerdo mis sueños pero hoy ha sido una excepción.

Recuerdo que estaba en una playita minúscula recogida entre tres muros que la reducían a un trozo rectangular de arena con desperdicios acumulados, Un niño con su madre junto al muro que cierra la playa de su salida natural al mar.



Mis recuerdos oníricos no están muy definidos, son apenas pinceladas, pero recuerdo haber entrado en las aguas del mar y encontrar caracolas, Me recuerdan a las caracolas utilizadas en adivinación y habiendo sido encontradas en el mar serían hábiles a tal efecto.

Desperté antes de tiempo y eso es todo lo que pude sacar en limpio de mi sueño de hoy.

Siete hábitos y un secreto

Señoras, señores y señoritas; he de confesarlo, soy adicto a Ciega a citas, la serie de cuatro. Pues bien, inspirado en esta serie hay un programa de radio online que se llama Morninglory cuyo último podcast he estado escuchando hoy.

De entre las secciones del programa he prestado especial atención al consultorio sentimental en el que se han dado una serie de hábitos y un secreto para conseguir lo que nos propongamos:

LOS HÁBITOS:
1. Ten claro cuál es el objetivo.
2. Escribe tus objetivos.
3. Tu objetivo debe ser de gran valor.
4. Tu objetivo debe ser realista.
5. Visualiza el objetivo como ya conseguido.
6. La acción hace milagros.
7. No dudes. Las dudas son los obstáculos de la mente.

ELSECRETO: Una vez que has trabajado en los objetivos, el éxito es desprenderse de los resultados.

22 agosto 2014

Chispazos

Este fin de semana he estado en la boda de uno de mis mejores amigos, el primero que se ha casado; durante la ceremonia el cura habló del amor como ese chispazo que enciende el corazón para siempre y ha sido una figura lingüística que ha dado juego durante el banquete como el calambrazo que te impulsa a compartir el resto de tu vida con una persona.



Pues bien, quizás los chispazos sean reales, al fin y al cabo somos un conjunto de reacciones químicas y las sensaciones son impulsos eléctricos. Pero ¿qué pasa si entre dos personas sólo una siente el chispazo?

 

Cerrando ciclos


Últimamente tengo la sensación de que ciertas personas que de uno u otro modo estaban en mi vida el año pasado por estas fechas y desaparecieron de ella vuelven a aparecer, como una suerte de reencuentro cíclico o de retribución kármica que no sé si tomarme a bien o a menos bien.

Sea como fuere lo que sí que siento es la necesidad de ir cerrando ciclos, renovando para dejar espacio a que lleguen personas y cosas nuevas.

Quizás sea algo pasajero o que como las modas todo vuelve. Un saludo blogosfera, un saludo ciberesfera, un saludo universo.

Besos con Napoleón III ó el desconocido del lago

20 de abril, 17:30:

Acabo de llegar con mi Renault 25 gris antracita al parking junto al Lago de Sainte-Croix, lo aparco junto a otro vehículo con cuidado de no chocar contra los árboles que flanquean el paraje y me dispongo a una tarde de sol y diversión.
20 de abril, 17:50:

Como todos los años por estas fechas en la playa empiezan a aparecer los primeros bañistas y el bosque adyacente a llenarse de hombre en celo, prácticamente ninguno de interés, hasta que aparece un caballero de unos 40 años, con la cabeza rapada, barba y bigote que llama mi atención.
20 de abril, 18:10:

Inmediatamente nuestras miradas se entrecruzan y como por arte de magia la conversación fluye como el agua del lago. Al cabo de unos minutos por mi cabeza flotan pensamientos impuros, desde acudir al bosque a liberar hormonas juntos hasta profanar el lago con gemidos y contacto piel con piel. 

Lamentablemente se me ha hecho tarde, he quedado para cenar con mi amigo Henry, así que mientras caminamos hacia la explanada donde he aparcado me dirijo a mi interlocutor.

— Se me ha hecho tarde, me tengo que ir.
— Vale pero dame un beso.—me responde al tiempo que nos damos no uno, sino dos besos en las mejillas, éste último un poco más cercano a la boca.
—Tres...— le respondo mientras junto sus labios con los míos y dejándonos llevar por la pasión nos fundimos en cálidos besos.
— Para ya, que vas a llegar tarde; además estamos en medio del parking.

Y así fue como Napoleón III y yo nos besamos al despedirnos.

16 junio 2014

524/524

Los domingos por la mañana eran los momentos de esparcimiento y lectura tirado en la cama, de whatsappeo en el grupo de los filósofos, los momentos en los que informaba de mis avances con el libro que hoy por fin he terminado.

 
Alguien me dijo una vez que las relaciones son como los libros, que si se está incómodo con una relación es absurdo quemar tiempo a lo tonto, lo mismo que no vale la pena leer un libro que no te gusta. Sin embargo, este libro me ha gustado y se ha acabado.

¿Qué paralelismo hay entre las relaciones que se terminan sin terminar de ser relaciones y la literatura?


Cítricos

"Mientras llega mi media naranja, voy comiendo mandarinas."


O limas, o kumquat, o calamondines, o pomelos, o limones, o bergamotas, o mano de Buda, o cidras...

Al fin y al cabo hay mil variedades de cítricos, imposibles de clasificar en especies por la multitud de híbridos entre ellas. Últimamente le doy bastantes vueltas a la idea de que encontrar alguien que te complemente es infinitamente más fácil en una gran ciudad en la que hay más variedad donde elegir, más gente para conocer y menos competencia en términos relativos.

Entonces llega el momento en el que te das cuenta de que aquella persona a la que intentas conocer, vive en una ciudad más grande y a la vez piensas que lo tiene más fácil que tú, un chico que vive en una ciudad de provincia y te resignas a quedarte solo el resto de tu vida.


Así es la realidad, cruda como los cítricos.

El limón mano de Buda para quien todavía no lo conozca.


09 junio 2014

Fragmentos oníricos

No recuerdo si fue ayer o anteayer tuve un sueño aunque según como se mire se puede decir que era una pesadilla.

Estaba sentado en una estancia viendo la televisión cuando miré una lámpara sobre una mesilla y me di cuenta de que los cables estaban tomando fuego, así que ni corto ni perezoso los tapé con un tejido grueso que no recuerdo que era. El fuego paró. A la mañana siguiente la luz se fue.

Es un sueño extraño que tampoco me he molestado en buscar su significado y ni tan siquiera sé por qué lo comparto con quienquiera que me lea.

08 junio 2014

Hoy no me quiero afeitar

Hoy no me quiero afeitar ni levantar de la cama ni salir a la calle ni dar explicaciones. Hoy no tengo ganas ni tan siquiera de leer por puro placer, ni estudiar, puede que incluso tampoco tenga ganas de escribir.





Hoy es el primer domingo en el que no tengo unas obligaciones claras después de mi viaje hacia el norte, de modo que puedo permanecer tirado en la cama hasta las dos y sin embargo no me apetece leer como he hecho otros días en análogas circunstancias. Llevo dos domingos sin leer el libro del que ya sólo me faltan cincuenta páginas para terminar, una semana sin afeitarme y he perdido la cuenta del tiempo que llevo sin dormir acompañado.

No sabía lo duro que es sentirse rechazado o más bien ignorado, lo difícil que es olvidar a esa persona que te hace sentir especial y sin embargo para mí sólo fueron ocho meses de una relación que no fue más allá de la amistad en vez de una relación de pareja de casi cinco años.

Antes de que pasase lo que inevitablemente pasó y cuando todo pintaba bonito, ideal y según mis sueños, cuando hablaba con alguien se alegraban por mí y me decían "Venga, que te lo mereces". Ahora cuando recuerdo la frase, pienso que de verdad me lo merezco, como una suerte de pago kármico para empujarme a crecer, continuar evolucionando, caminando hacia adelante.

Tampoco han ayudado los cinco exámenes de esta semana ni los dos exámenes de la semana pasada además del conjunto de cuatro exámenes en Bilbao que me tuvieron ocupado el viernes 30 de mayo desde las 09:00 hasta las 14:00 y de las 15:00 hasta las 16:30 con el consecuente cansancio acumulado. Para mejorar las cosas (léase en sentido irónico) había clases particulares que impartir y preparar, dejándome así muy poco tiempo de descanso efectivo.

Sea como fuere la realidad es que hoy no tengo ganas ni de afeitarme y en un paralelismo con el mito de Sansón creo que debo tomar fuerza del pelo que poco a poco sigue creciendo.

03 junio 2014

La ladrona de gatos

Era una mujer de tez blanca, con los labios permanentemente pintados de rojo, los ojos verdes profusamente maquillados y el cabello de un negro tan intenso como el color de sus pestañas. Nadie sabía a ciencia cierta cómo había llegado a la ciudad ni en qué ocupaba su tiempo durante el día, pero dicen las malas lenguas que durante el día simplemente dormía para salir de caza al amparo de la oscuridad nocturna.


El modus operandi de esta misteriosa mujer era siempre el mismo, conocer hombres en la treintena, independizados y con un gato por mascota. Quedaba con ellos, los convencía para pasar la noche juntos en sus casas (las de ellos), muchas veces con sesiones de sexo salvaje que dejaban las espaldas de sus nocturnos acompañantes llenas de arañazos y su cuellos con marcas de succión, y en el momento en que se había ganado su confianza tras haber dormido juntos, desaparecía al alba.

El problema era que junto con ella desaparecían también los gatos de sus amantes. Incluso se dice que convenció a alguno de sus amigos para que le presentasen a hombres a los que robar sus felinos acompañantes. Jamás nadie supo dónde acababan los peludos animales, hay quien piensa que quería sus pieles para hacerse un abrigo y quien dice que era un complejo plan de adiestramiento felino persiguiendo el oscuro fin de dominar el mundo.

Hay quien dice que la extraña mujer ni siquiera existió, siendo tan sólo una elucubración en la imaginación de un escritor ávido de textos con los que deleitar a sus lectores, aquellos que jamás comentan.


01 junio 2014

El corazón en ruinas

El día había amanecido soleado a pesar de la previsión de lluvia para toda la semana en la región, me levanté según lo previsto, colmé mi estómago con los alimentos presentes en las mesas del alojamiento y después de haber revisado dos veces si me olvidaba algo me dirigí hacia el lugar en el que estaba citado.

Cinco horas después de haber llegado, su figura apareció ante mis ojos, las piernas me temblaban, el tono de mi voz era titubeante y mis ojos eran incapaces de mirar directamente a los suyos, pero de todos modos decidimos compartir comida en una cervecería (un tanto cutre, por cierto). Cuando hubimos terminado de comer era hora de salir corriendo pues de lo contrario llegaría tarde a mi siguiente cita. Nos prometimos que nos veríamos.

El tiempo pasó y salí de aquella sala, testigo de una actuación bochornosa, un guión improvisado y mal interpretado a pesar de que ya estaba todo el pescado vendido y sin embargo al cruzar el umbral y abandonar la estancia, me volvía a reencontrar con la misma persona con la que había compartido la hora de la comida. Nos volvimos a saludar y bajamos hacia la zona del antiguo puerto para tomar algo.

Al llegar al bar del puerto un sillón naranja esperaba vacío que nos acomodáramos en él, proporcionando cierto recogimiento e intimidad. Era el momento, me pedí una bebida piuttosto alcohólica para bloquear mi sentido de la vergüenza y dar el paso que me hubiese llevado al ridículo más absoluto, a darme el batacazo definitivo, pero parece ser que ni siquiera el alcohol pudo contra el sentido común. Sea como fuere, sentía una especie de presión o punzada en el estómago que no supe ni siquiera cómo interpretar.

Tras una hora hablando de otros chicos que no eran yo y asumiendo que no tenía nada que hacer nos fuimos del local, tomamos mi equipaje y nos dirigimos a la estación, lugar donde nos despedimos. La historia terminaba en el mismo punto en el que había comenzado cinco meses antes.

En el trayecto de vuelta a casa las presiones en el estómago eran cada vez más fuertes y la manera de mitigarlas era liberar lágrimas que me reconfortaron durante una parte del viaje. Sentí que yo mismo era una casa en ruinas a la que sólo le queda la fachada; en algún lugar un corazón de cristal había rodado desde la mesilla de noche hasta caer por las escaleras y romperse en mil pedazos.






31 mayo 2014

Unos títulos posibles

Tarde de lluvia en Zorrotzaurre
Sobre la distancia, divagación de lo lejano y lo cercano
Café Nervión parte II
De bandejas paisas y zumos fosforitos
Corriendo bajo la lluvia
Siempre nos quedará la Ría y el tranvía
Penso che è un errore
Pioggia, lacrime e mal di testa
Soy un chuletón

06 mayo 2014

Quizás...

Quizás  fue rebuscando en los cajones, entre fotografías en blanco y negro, entre recordatorios de funerales y cartas de amor escritas a plumilla que apareció este fragmento antes mis ojos, que desempolvé y disfruté.


Partieron las golondrinas
de mi pueblo frío y sin sol,
en busca de primaveras de violetas,
nidos de felicidad y amor.

Mi pequeña golondrina partió
sin dejarme un beso,
sin un adiós partió. 

No se olvides de mí,
mi vida unida a ti.
Yo te amo cada vez más.
En mi sueño permaneces tú.

No te olvides de mí,
mi vida unida a ti.
Hay siempre un nido
en mi corazón para ti.

¡No te olvides de mí!


No te olvides de mí,
mi vida unida a ti.
Hay siempre un nido
en mi corazón para ti.

¡No te olvides de mí!


O quizás sólo fuese el recuerdo de una canción sonando en la lejanía, los acordes retenidos en unos casettes rescatados de la basura por un joven intrépido, por un soñador despierto.

Quizás sólo fue un sueño vívido o una ensoñación, quizás sólo una ilusión.

Quizás.

22 abril 2014

De glicinias y otras flores.

Siguiendo los tallos de las glicinias que crecen desde el cauce del Arlanzón hacia lo alto, escalando por los sillares de piedra caliza, el dulce aroma de las flores de un violeta pálido penetraba en mi nariz y me invitaba a ascender yo también al paseo.
Al poco de haber subido, mis ojos divisaron entre los castaños de Indias unas pequeñas masas que fluctuaban entre el blanco inmaculado hasta un rosa apasionado casi rojo pasando por un amarillo con apariencia de oro a la luz del astro rey.
Casi sin quererlo y sin poder evitarlo mis piernas me llevaban a uno y otro lado del paseo, mis ojos creaban instantáneas en mi cerebro mientas mis dedos pretendían inmortalizarlas a través de la cámara de fotos.

El viento agitaba las hojas y flores de los árboles dificultando la tarea realizada por mera diversión y recordando lo efímero de la belleza aunque a veces nos empeñemos en hacerla perdurar más allá de su soporte material.
Allí, en medio de las verdes ramas de un castaño, a la altura de la vista crecía una inflorescencia con forma cónica. Repleta de olorosas flores blancas moteadas de rojo y amarillo. Me recordaba un árbol de navidad nevado desarrollándose a modo de abeto que desea acercarse al cielo y no pude cesar en mi empeño por hacer perdurable las efímeras formas. Me acerqué, enfoqué a la susodicha flor y con la inmediatez de una tecla convertí lo efímero en perdurable, lo utópico en real, el sueño en vívida realidad. Había tomado una fotografía.
Continué caminando a uno y otro lado del paseo, soñando despierto, viviendo un sueño y salí del paseo dejando a un lado el Instituto de la Lengua, captando en imágenes las sensaciones que más tarde pondría por escrito.

Así pasé una tarde más de mi vida, inspirándome para poder compartirla con los lectores de mi blog, aquellos que espero en algún momento se pronuncien sobre las sensaciones que les suscita.

20 abril 2014

No te libras

Mañana al salir el sol 
se habrá borrado para siempre del colchón tu olor, 
que 80 son las veces que al día me acuerdo de ti,
las mismas que recuerdo que te tengo que olvidar.
80 veces - Rozalen

No te besé a pesar de desearlo paseando por las calles del Casco Viejo.
No te besé en aquel café con cristaleras de madera verde a la luz del sol de la mañana.
No se encontraron nuestros labios en la estación al despedirnos.

No se encontraron nuestros labios al reencontrarnos en la esquina de aquella plaza de ángulos redondeados.
No te besé entre las láminas retorcidas de hierro oxidado, cobijados del mundo.
No te besé bajo el paraguas protegiéndonos de la lluvia que enfriaba la piel y calaba los huesos.
No se encontraron nuestros labios al despedirnos de nuevo a la entrada de aquel colorido parking.

No se encontraron nuestros labios al recibirte por primera vez en la estación color celeste, como imagino tu aura.
No te besé al cruzar por el callejón aunque me muriese de ganas por hacerlo.
No te besé al caminar por el verde paseo sin más compañía que las aves de la mañana.
No se encontraron nuestros labios al despedirnos de nuevo en la estación de color piscina como tu aura.

No te libras de que la próxima vez que mis ojos encuentren los tuyos, sean mis labios los que muerdan los tuyos. Al menos tendré una razón para olvidarte o una razón más para pensarte.

06 abril 2014

Ciclos interrumpidos.


...o como dice un refrán de mi tierra "Cada cosa a su tiempo y los nabos en adviento." La naturaleza es sabia y sabe que después de cada cosecha llegará una forzosa renovación de las hojas, que poco a poco cubrirán el suelo con su manto de hojas secas, la alfombra de nieve del invierno y por fin la primavera con sus floridas alfombras.

Como cada año en Burgos tenemos un tiempo loco que en vez de nevar como en el resto de España a lo largo del invierno, nieva durante los primeros días de la primavera, sin importar que se pierdan las flores de los frutales y de ese modo la fruta misma, interrumpiendo el ciclo previsible.



En fin, que tenía ganas de hablar de ciclos interrumpidos con nieve a destiempo y la importancia de disfrutar de las cosas cuando vienen, no cuando deseamos tenerlas. Me voy a dar rienda suelta a mi afición de soñador con esta imagen de Anthony Gayton, del que podéis encontrar más fotos en:
 http://www.anthonygayton.com/archive/html/site/subs/pictures.htm



17 marzo 2014

Juana de Arco siglo XXI

Hoy toca una cancioncilla que como imagino que andáis un poco peces en italiano os hago una traducción un tanto libre de su letra.







A través de la oscuridad Juana de Arco precedía las llamas, cabalgando. Ninguna luna para su coraza, ningún hombre en su humosa noche a su flanco.


—De la guerra estoy cansada ya. Al trabajo de un tiempo volvería, a un vestido de novia o algo blanco para esconder esta vocación mía al triunfo y al llanto.

—Son palabras las tuyas que quería escuchar, te he espiado cada día cabalgar y al oirte así ahora sé lo que quiero: vencer a una heroína tan fría al abrazarse al orgullo.

—¿Quién eres?—Dijo ella divirtiéndose con el juego.—¿Quién eres tú que me hablas sin consideración?
—Ciertamente estás hablando con el fuego y amo tu soledad, amo tu mirada.
—Pues si tú eres el fuego, enfríate un poco; ahora tus manos tendrán algo que mantener.—Y callando se lanzó dentro a ofrecerle la mejor manera de ser su esposa.
Y desde lo profundo de su corazón ardiente él se dispuso a envolver a Juana de Arco y allá en lo alto y delante de la gente colgó las cenizas inútiles de su vestido blanco. Y desde lo profundo de su corazón ardiente él tomó a Juana de Arco y golpeó de lleno y ella entendió claramente que si él era el fuego, ella debía ser el leño.


Aquí os dejo un vídeo de la Juana de Arco que me hizo pensar en esta entrada, creo que a pesar de haberse dado cuenta hace mucho tiempo de que el cáncer era el fuego que la iba quemando fue tan valiente de presentarse a este programa.

05 marzo 2014

Aromas enmascarados


No pude resistirlo, cuando a la habitación de bed & breakfast llegó una invitación para el baile de máscaras en el patio del Palacio Ducal no pude evitar sentirme emocionada. No es fácil para una turista americana sentirse integrada en una festividad tan autóctona como el Carnaval de Venecia.

La invitación venía en un sobre blanco cerrado sobre el cual figuraba una grafía negra: "Si encuentras un hombre atractivo puedes aprovechar a meterle malo, debajo de la máscara nadie os reconocerá"

Nada más llegar al baile mi glándula pituitaria identificó un olor que reconocía de mi infancia, cuando la compañía de mi padre importaba paquetes de raíces de vetiver directamente de India; era exactamente el mismo aroma, así que me propuse descubrir quién era el causante de la reactivación de mi sentido del olfato después de más de una década enganchada al humo del tabaco.

A cada vuelta y en cada cambio de pareja acercaba mi cara hacia el cuello del acompañante que en el momento tenía más cercano hasta que finalmente en la confusión de máscaras pude identificar al portador del olor a vetiver.

Era un hombre con una máscara de la que sobresalía una enorme nariz, vestido con un traje de época en terciopelos azules y plateados, con un sombrero de tres picos y una pluma de avestruz teñida de azul sobre él, guantes blancos y zapatos negros. Lo seguí con la mirada hasta que se hubo aproximado a mí lo suficiente como para saltar hacia él en el cambio de pareja.

Finalmente me puse frente a frente con el hombre que me había retado con su fragancia, confirmé mis sospechas colocando el lateral de mi máscara junto al borde de la suya acompañándolo de una fuerte inspiración. Lo miré a los ojos, de un azul casi tan intenso como los terciopelos de sus ropajes durante dos segundos, el tiempo suficiente para que lo identificase como una situación de peligro y se alejase de donde yo estaba dando largas zancadas que me impidieron perseguirlo.

Allí me quedé, sola, mirando la puerta abierta de par en par y con el penetrante olor de vetiver impregnado en la nariz.




Víveme con los 5 sentidos (mi cuerpo)

Que con mis ojos
abiertos es mi cuerpo
mi cuerpo que con mis ojos
cerrados es perfecto.
Mi cuerpo que cuando lo miran
tus ojos es tu cuerpo.
Mi cuerpo que sólo debió haber
conocido tu cuerpo
que sólo debió haber amado tu /cuerpo
[...]
(Jaime Manrique Ardila)


¿Por qué vas de nuevo a Roma?

Con esta pregunta nos recibe Ernesto Neto en nuestra visita al Museo Guggenheim Bilbao y una escultura con formas orgánicas a modo de ubres de una vaca que chorrea sobre los visitantes como la lluvia que durante todo el día nos empapaba la ropa y cuyo frío nos penetraba hasta los huesos.

Así es la vida.

No apta para menores de 13 años, se debe recorrer a ritmo tranquilo, sin saltar no correr, para disfrutar del suave masaje que te provoca en los pies y llegando a la meta permanecer unos minutos mirando al cenit evocando las sensaciones que una pipa de agua podría suponer en esas circunstancias.

Comer con los ojos.

Sí, Señor Neto, es una expresión muy española, especialmente en el norte, tierra de buen comer. Buenas piezas de carne las que se reflejaban en esa obra. A la hora de comer también echamos de menos una foto del menú para saber qué era exactamente lo que estábamos pidiendo.

Vendo caramelos...

...que excitarán tus sentidos del olfato, gusto y oído por medio de los aromas de tés e infusiones, caramelos embolsados y acordes surgidos torpemente de las manos una niña sentada al piano. Quizás el día de mañana sea ella la que ponga precio a su talento y otros paguen por escucharla.

Trueque trueque.

Un lugar delimitado y abierto en el que cualquier objeto es digno de entrar en juego en el sistema de mercado más antiguo del mundo, el intercambio premonetario. Perfecto para desarrollar tus habilidades con el origami.

La casa de los sueños.

O la morada de los soñadores, un paraíso de nuez moscada, pimienta y anís encerrada en medias tupidas, en poliéster que se transforma en finas sedas de oriente que envuelven las más preciadas especias, todo ello fruto de nuestros sueños y espejismo de nuestras realidades. Espacio para el erotismo con labios de piedra, tetas de pimienta, amor de calvo y rana de niebla.

Dulce borde.

Borde del que entran y salen los sonidos a su libre albedrío, transmitiéndose como ondas mecánicas a través de aire. Silbatos, maracas y caracolas que desestructuran la uniformidad del borde de cojines naranjas, el límite de la tribu sobre el que sentarse a contar y cantar historias.

Hermano de montaña.

La fragilidad de las montañas hecha arte y la resistencia del plano frente a la acción mecánica. Flora vegetal que crea alfombras tupidas sobre las que los gigantescos niños correteen y salten. Una montaña inexpugnable que muestra la debilidad de lo prohibido.

Que no te asuste el caos.

En realidad no me ha asustado, pero como soy un poco antropófobo huí de la multitud que pretendía conocer tus intimidades y de que le pusiesen un sello en su pasaporte de "lugares que he visitado". Volví de nuevo a Roma y salí por la puerta que me llevaba a la realidad mundana que permanecía casi inalterable al otro lado de la puerta del museo. 






24 febrero 2014

Decepción

New York, 23 febrero 2014

Querido Giulio,
hace ya dos meses que llegué a esta ciudad que me alejó un poco más de ti y desde entonces han sido muchas las veces que tuve la tentación de escribirte y no lo hice, hasta que recordé esa frase de Oscar Wilde que tanto te gusta: "La única manera de librarse de la tentación es ceder ante ella".

Supongo que fue esa misma frase la que hace más de cinco años atrás te hizo probar los labios de la persona que mejor te conocía en los baños de la discoteca. Cuando echo la vista atrás me doy cuenta de lo estúpido que fui comenzando a salir contigo sabiendo que a quien realmente querías era a tu mejor amigo Tommy.

Sinceramente lo que más me duele es haber sido el tercer vértice del triángulo, aunque yo mismo sabía lo que había cuando decidí liarme la manta a la cabeza y comenzar una relación contigo. Sabía que estabas enamorado de Tommy y lo sublimabas como amistad, sabía que crerías ver en mí lo que tu amigo tenía y también sabía que algún día me dejarías.

La semana antes de que nuestras vidas tomasen caminos diferentes, yo ya te notaba frío y distante, por eso busqué el calor de otra persona; en el fondo no era más que una manera de darte el empujón que necesitabas para que nuestra relación se fuese definitivamente al garete. Luego apareció Tommy de nuevo en tu vida y yo fui destinado a Nueva York, esta ciudad que he aprendido a amar con el tiempo a pesar de que me aleja de ti, al tiempo que me consta que cada vez tu relación con Tommy es más fuerte.

Simplemente quería decirte que te quiero aunque tú no pienses en mí y cada noche yazcas en el lecho de otro hombre.

Siempre tuyo

Mateo

P.S.: Te envío una foto en la que salimos los dos, la encontré hace tiempo al deshacer la maleta y me gustaría que obrase en tu poder.



15 febrero 2014

El soñador despierto


Un varón rondando la treintena sentado al borde de un acantilado, con sus pantalones cortos y sudadera con capucha en una tarde soleada y fresca de septiembre, cuando el mar comienza a ceder a los envites del otoño, cuando las olas comienzan a rugir dando paso a un mar enfurecido.

Absorto en sus pensamientos, con una libreta en sus manos, escribiendo, meditando y leyendo citas literarias anotadas con anterioridad. Sentado con su pierna derecha flexionada bajo el hueco poplíteo de la pierna izquierda, en la misma postura que un espinario que extrae una astilla de los pies de su alma.

Una instantánea congelada en un momento preciso, como un despertar sobresaltado de un sueño por el sonido del despertador, del teléfono o por la llamada de la propia realidad. Un boceto entintado sobre papel que al precipitar sobre las aguas del mar se va desdibujando poco a poco hasta no ser posible reconocer las figuras representadas.

03 febrero 2014

Diez razones por las que levantarme cada mañana

1. Porque espero haber recibido un whatsapp de esa persona que me hace flotar
2. Porque me gusta empezar el día con una ducha calentita.
3. Porque es un día ideal para escuchar música de camino a clase.
4. Porque es fabuloso dar los buenos días a la gente que no te habla y pone cara de avinagrada.
5. Porque ya falta un día menos para el fin de semana.
6. Porque en el recreo toca marujear del fin de semana.
7. Porque hoy es día de cobro.
8. Porque no hace falta ninguna razón para comer chocolate.
9. Porque me gusta cuidar de mis niñas malcriadas (mis saintpaulias ionanthas).
10. Porque espero una videollamada cuando llego a casa por la noche.

26 enero 2014

Se lo consultaré a Brenda


18:00, Bagdad café está a punto de acabar y noto como algo se cuela entre el sofá y mi espalda, es tu brazo que me acoge. Junto a mí, tu tronco que me mantiene en posición erguida y siento también tu calor que me reconforta.

Todavía me duele la tripa del atracón de palomitas y gominolas, porque, como todo el mundo sabe, las sesiones de cine casero en pareja son perniciosas para la salud; sin embargo añoro las sesiones de cine en pareja.

A pesar de todo, lo que más me gusta de las sesiones de cine en pareja es la conversación y el remoloneo en el sofá o en la cama de después de la película, escuchando música o haciendo cualquier otra cosa y es entonces cuando me confiesas que nunca antes has tenido una pareja.

Ahora me pongo a pensar y decido que hace tiempo debí haber acercado mi boca a tu boca y dejar que nuestros labios se acariciaran mutuamente componiendo poesías en su roce.
Ahora es tiempo de que yo confiese que me muero de ganas por hacerte sentir lo mismo que yo echo de menos, que tus piernas se enreden con las mías y caminen a la par hacia la felicidad.

— ¿Deseas soñar vivamente conmigo?

— Se lo consultaré a Brenda.

05 enero 2014

Queridos Reyes Magos...





Queridos Reyes Magos, este año como ya sabréis he sido malo, porque ser bueno todos los años es muy complicado, de todos modos he estudiado mucho muchísimo y he sacado unas notas que pondrían verde de envidia a cualquiera, obedezco a papá, a mamá y a la abuelita aunque a veces me saque de mis casillas.


Por eso sólo os voy a pedir dos cositas aunque sé que son complicadas. La primera es que mi ordenador vuelva de sus vacaciones en Granada porque es muy incómodo utilizar un aparato que zumba más que la abeja Maya.

La segunda cosa que quiero es que desaparezca la causa de la presión que llevo sintiendo los últimos días en la cabeza, que parece que me están apretando el cráneo y me pone muy irascible, de hecho ayer casi muerdo a un mendigo, he tenido malas contestaciones a las señoras que van con el paraguas debajo de los tejadillos y esta tarde me faltó el canto de un duro para atizar a una niña en el centro comercial. 
Con que esa personita que vosotros sabéis y yo también me mande un mensajito y me dé buenas noticias me basta por ahora, aunque preferiría que me hiciese una visitilla, que me acariciase, que me abrazase y que me robase al menos un beso.

Sin más peticiones espero que pasen una feliz noche de ventana en ventana dejando regalos a los niños buenos y carbón a los no tan buenos, que los vasitos de leche y galletas no se les atraganten y que los camellos tengan fuerzas para volver a Oriente.

Un beso, Ciocco

P.S.: Balta, antes de irte de mi casa pásate por mi habitación y dame un besito en la mejilla, como hacías cuando era pequeño.

02 enero 2014

Emociones prohibidas

It's you, it's you, it's all for you
Everything I do 
I tell you all the time 
Heaven is a place on earth with you 
Lana del Rey - Videogames


Sentimientos que germinan como pequeñas semillas. Emociones que crecen y se desarrollan al son de la tristeza de verano. Palabras y oraciones inconexas y desordenadas como hebras de lana enredadas en el suelo, como vidas que se entrecruzan. La necesidad de ver esa cara a través de la ventana de líquido cristal que ilumina mi rostro. Los planes para poner volumen a una imagen plana en una pantalla, capturada furtivamente como una instantánea que capta la belleza y la preserva en el tiempo.

Las ruinas de la alegría cuando el rayo de la incertidumbre penetra la torre de los sueños atravesándola de realidad. La perseverancia que a pesar de todo reutiliza las piedras caídas, las maderas del barco naufragado y construye una casa de discretas dimensiones, cálida y acogedora. El terciopelo azul rachado y remendado por hábiles manos.

La esperanza que caldea la ensoñación con el ansia de leer palabras que hablen de uno mismo, los celos de que otra persona joven y bella haya podido cruzarse en su camino. Creer que en algún momento llegará cabalgando un enorme caballo de metal aunque sólo sea para compartir juntos unos minutos más.

Quizás haya vivido un sueño, pero demasiado real como para no ser cierto. Mientras tanto seguiré dejando que las letras goteen sobre un soporte incierto como la lluvia se desliza sobre las mejillas de una persona llorando lágrimas de papel.